miércoles, 4 de enero de 2012

Principessa

Daniel Montes de Oca
 

“Al verte me di cuenta de cuánto te extrañaba”, me dijo siete horas después de nuestro reencuentro. Reapareció tras años de distancia, con la sonrisa iluminada, la frescura de la juventud y con esa infaltable magia que me convierte en su cómplice en cada acercamiento.
Encontrar su mirada de manera inesperada me remontó a aquellos efímeros pero imborrables momentos en los que compartir se hacía costumbre, e intercambiar se volvió felicidad.
Apenas nos habremos tratado cuatro meses antes de que nuestros caminos tomaran rumbos distintos, pero cada instante adquirió un rango especial. Aprendimos a conocernos, nos confesamos, ofrecimos y recibimos; esto se convirtió pronto en una mancuerna que caminaba a la par.
Mis 10 años de ventaja sobre ella, lejos de una barrera, eran suficientes para lograr adherirme a sus ideas y sueños, pues a la par e incluso encima de su excelsitud física e interna, siempre estuvo su sabiduría.
Entendía perfecto el concepto de honestidad y lo llevaba a la práctica de forma natural; enseñaba sin pretenderlo; maduraba a golpes de vida; compartía un abrazo sin que se le solicitara.
Todo esto y la comunión de nuestras ideas, sonrisas y un sinfín de locuras, nos llevaron a eso que llaman amistad. Ella se convirtió en mi ‘Principessa’. “Sólo tú me dices así”, me reafirmó en nuestro reencuentro.
Nos ‘alejamos’ con la promesa de no hacerlo, pero el trajín cotidiano de cada uno y nuevas caras en nuestros andares, apenas nos habían permitido intercambiar algún saludo en esporádicas ocasiones, de forma impersonal, a través de una computadora o un celular.
Habían pasado varios sobresaltos y amaneceres en paz antes de que la viera aparecer ante mí en el tiempo y espacio menos esperados, pero ahí estaba, con una nueva vida, pero una misma esencia…
“Al verte recordé cuánto te extrañaba”… Excelsa frase me regaló hace una semana… La distancia pega, pero no mata el amor, concluí.
Te quiero, ‘Principessa’; bienvenida siempre a mi vida.
DRMO
Abril de 2011

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