jueves, 14 de febrero de 2013

Amor en soledad


Daniel Montes de Oca

Las burlas por la ausencia de una pareja se han vuelto tan comunes que apenas me generan molestia.
Esta fecha no deja de ser una estadística que indica el tercer año en una ‘soledad relativa’.
Caminar sin alguien al lado genera vacío en el alma, pero alimenta la esperanza de encontrar a la persona adecuada para esta vez no equivocarse.
Ser espectador de fascinantes historias de amor es un privilegio que puede llegar a cansar porque no asoma el momento de tener el rol protagónico.
Escuchar el impulso de quienes te quieren ayuda poco, aunque reconforta un ego destruido: “Eres una buena persona, quien llegue a tu vida será afortunada, ya verás que cuando menos te lo esperes conocerás a alguien”…
Lo cierto es que abrazarse a la fe sigue siendo una fórmula infalible, y está prohibido renunciar a una máxima: “lo bueno atrae lo mismo”…
La colección de decepciones, prospectos fallidos, reconciliaciones imposibles o amores extraviados, no es más que un pasaje necesario para llegar a ti, a quien quizá aún no conozco o a la que se atreverá por fin a abrir los ojos y dejar en el pasado sus miedos para emprender la aventura de su vida.
“Imposible no soñar con una revancha, aunque ésta tenga a un equipo distinto en el campo de batalla…
“Imposible creer que el tiempo seguirá su recorrido sin dedicarme una mirada”…
El 14 de febrero no me deprime, como no lo hacen las burlas de los compañeros de trabajo o ‘amigos’ de ocasión que ignoran que estar solo es también estar acompañado… De un sueño añorado.
DRMO
Febrero de 2013

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